La soberanía nacional es aquella que reside en el pueblo y es ejercida a través de sus órganos constitucionales representativos.
En Venezuela la soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce directamente en la forma prevista en la Constitución y en las leyes, e indirectamente mediante el sufragio, por los órganos que ejercen el Poder Electoral.
Este poder genera una serie de deberes y derechos que se sustenta en la legitimidad debido a que la ley es la expresión libre de la mayoría de la población.
En Venezuela la soberanía está expresamente establecida y también los sujetos que pueden detentarla, o ejercerla, es así como la Constitución de la República en su Título I, referido a los Principios Fundamentales, en su artículo 5 establece que la soberanía está en manos del pueblo venezolano quien la delega en los órganos del Estado.
Queda totalmente claro que en Venezuela la soberanía está en manos del pueblo, y éste puede ejercerla por medio de sus órganos o poderes: el legislativo, el ejecutivo, el judicial, el ciudadano o moral, y el electoral.
La soberanía está enmarcada en nuestra constitución, esto le permite al país ser un territorio independiente e inviolable. Es un derecho de todos los venezolanos tener soberanía y una identidad, pero también es un deber de todos recetarla y afianzarla para que la misma siga identificándonos como venezolanos.
El artículo 70 de la Constitución establece las formas por medio de las cuales el pueblo puede ejercer su soberanía tanto en lo político, a través de los referendos y otros medios allí establecidos; como en lo social y económico, por medio de las instancias de atención ciudadana, por nombrar una.
De este modo se pudiera definir la soberanía como la autoridad suprema de los poderes públicos que radica en el pueblo, pero que éste otorga al Estado y la ejerce a través de sus órganos.

Mapa de los Estados Unidos de Venezuela autor francés L. Robelin, que fija el límite con la colonia de la Guayana Inglesa en el río Esequibo